lunes, 5 de agosto de 2013

“HEMOS TORCIDO EL RUMBO DE LA DECADENCIA, HEMOS CAMBIADO LA HISTORIA, CONSTRUYENDO UNA NUEVA Y GLORIOSA NACIÒN RESPETADA POR PROPIOS Y EXTRAÑOS” (MENEM 1995)

En la Apertura de las 113 sesiones ordinarias del Parlamento Nacional, en 1995, Carlos Menem le hablaba al pueblo argentino por sexta vez en sol de primer mandatario.  Gracias al Pacto de Olivos había logrado reformar la constitución para anhelar la reelección- que se concretaría en Mayo de ese año.
Menem, comenzó su alocución recordando sus compromisos “·He jurado ante este Congreso desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de presidente de la Nación, observando y haciendo observar fielmente la Constitución Nacional ante el juicio de Dios y de la patria".

Su gestión, aseguraba había sido ejemplar:”vengo a decir que he cumplido con mi juramento. He gobernado con firmeza y decisión, en las buenas y en las malas con un único objetivo: la felicidad de mi pueblo”.
La crisis e hiperinflación heredada de su antecesor, era parte del pasado, su propuesta “clara, sencilla y contundente”, se había concretado:” cambiar la historia”, tal el mandato que me “dio el pueblo argentino”, señalaba. Asimismo enfatizaba: “hemos torcido el rumbo de la decadencia, éste no es el mismo país de hace 6 años”.
Con falsa modestia, es decir “Sin pecar de soberbia, pero con un legítimo orgullo”- como dijo textualmente, termino mi mandato con un país en pleno crecimiento social y económico” y con las “instituciones democráticas consolidadas”, de igual manera que las había recibido. (Omitió intencionadamente la corrupción en la que estaban implicados los miembros de su gobierno y las privatizaciones de los servicios públicos “regalados” a precio vil, cuyo funcionamiento era peor que en la etapa anterior, entre otros ilícitos)
Si bien admitía falencias, falta  un “largo el camino a recorrer para que la justicia social sea una realidad plena y que el sueño de la gran Argentina justa, libre y soberana se realicé como todos deseamos”. De todas maneras, había habido un “milagro”, sostenía con el pecho inflado, “gracias al trabajo en conjunto de todos:“pueblo y gobierno, empresarios y trabajadores, oficialistas y opositores, vencimos y enterramos a nuestros fantasmas
“Convoqué a  la Argentina a  levantarse y a andar, se levantó y está andando”, Menem lo había  hecho, al igual que la “floreciente “economía que era un “ejemplo” para todas las naciones, “brillaba”. Menem, destacaba que el país en el último trienio ha crecido más que España, Italia y otros países desarrollados” La inflación “el mal endémico argentino”, ya no formaba parte de la vida cotidiana es “menor que la de  esas naciones, antes inalcanzables del primer mundo” (Argentina, con su modelo ya había entrado a ese “selecto grupo de elegidos)..
En ese sentido, el expresidente, expresaba:” el  país ha recuperado su rol en el ámbito internacional. Ahora es escuchado en los foros mundiales, se reincorporó a la historia universal comprometiéndose en las causas del hombre”. El había comandado esa “transformación”.
Al recordar el pasado ya “enterrado”, el mandatario contraponía la Argentina anterior al de su llegada a la Casa Rosada al  que se vivía en 1995:.”No hace tantos años, no está tan lejos en el tiempo, aquel país asolado por el despilfarro. Aquel país sin esperanza, agotado por la miseria y la irresponsabilidad. Aquel país descreído, amenazado por la sombra de la ruina y el derrumbe. Aquel país con un pueblo sin fe en sí mismo, sin fe en su trabajo, sin fe en su moneda. Aquel país envejecido por el miedo y la desconfianza.”. Apenas 6 años después, el país se había “unido” por  encima de las “·banderías partidarias”, construyendo una “nueva y gloriosa Nación”, respetada por propios y extraños. La base  de esa “reconstrucción”, fue el” esfuerzo continuo, sin pausas y sin retrocesos”, gracias a la mentada solidaridad y la” fuerza emanada del pueblo argentino”.

En algo más de un lustro, se habían sorteado obstáculos “gobernado frente a las máquinas de impedir (como las denominaba el caudillo riojano), en contra de aquellos  que decían que la Argentina era un “país inviable”. Decían  que era” imposible dominar la hiperinflación, hacer, entre otras cosas, la Biblioteca Nacional, terminar Yacyretá y acabar con el servicio militar obligatorio ( olvidaba  la muerte no esclarecida del soldado Omar Carrasco y los gratuitos indultos con los que había liberado gratuitamente a los militares culpables del exterminio de 30.000 argentinos y a los cabecillas que habían generado el terror desde las guerrillas, permitiendo a las Fuerzas Armadas justificar desde su punto de vista el golpe del ´76)..
Lo imposible se había hecho posible, ahora había acceso a más kilómetros de caminos, más camas en los hospitales, más bancos en las escuelas y llevar el agua más allá de las grandes ciudades; la economía estaba ordenada. Y como nunca se había conseguido: recaudar más y esa plata “retornaba en obras”, en poder invertir y aumentar el porcentaje del PBI aplicado a la acción social”
Otra vez, manifestaba su agradecimiento a la contribución y el “esfuerzo”.”Entre todos hicimos posible lo imposible”, el segundo presidente después de la recuperación democrática de 1983, minimizaba los roces y encontronazos .Han sido, exaltaba, por nuestra mutua vocación de servir a la patria, por nuestro mutuo anhelo de hacerlas cosas lo mejor posible, cada uno desde nuestras convicciones”.
Menem en defensa de la liberalización de la economía, y el nuevo rol del Estado, afirmaba que “ahora no lo hace como empresario omnipresente y deficitario, presto a toda maniobra de corrupción, sino como administrador del interés común, como contralor del bien social y como canalizador de los recursos hacia las áreas de responsabilidad irrenunciable: la justicia, la seguridad, la salud y la educación”.
Para el final de su ponencia, Menem jugaba con el miedo al futuro, al “si no me votan a mí, vendrá el diluvio universal”, prometiendo  que “Ahora es el tiempo de la justicia social”, declarando a el “Honorable Congreso”, que el quinquenio 1995-1999 debe ser el quinquenio del incremento de la justicia social.”
Fuente:
Mensaje presidencial del Dr. Carlos Saúl Menem a la Honorable Asamblea Legislativa, Apertura del 113 periodo de Sesiones Ordinarias, según lo establecido por la Reforma Constitucional de 1994, 1 de Marzo de 1995


No hay comentarios:

Publicar un comentario