lunes, 16 de diciembre de 2013

El PERFECCIONAMIENTO DE NUESTRA DEMOCRACIA SE HABRÍA RETARDADO INDEFINIDAMENTE SI HUBIERA FALTADO EN LA CONCIENCIA DE LOS GOBERNANTES EL RESPETO DE LOS PRONUNCIAMIENTOS DE OPINIÓN. SEAN CUALES FUEREN SUS RESULTADOS, ES NECESARIOS ACATARLOS Y HACERLOS ACATAR (MARCELO T. DE ALVEAR, 1928)

En Mayo de 1928 Marcelo T. de Alvear, abrió por última vez como presidente argentino las sesiones ordinarias del Congreso Nacional. Si bien decidió dejar de lado el balance de sus años de gestión, enfatizó la importancia del  sufragio universal, el voto secreto que había sido puesto en marcha en 1916 al ser electo Hipólito Irigoyen, su antecesor “Las costumbres políticas han abandonado los viejos métodos de selección forzada, aunque cuidadosa, de los hombres, y han asegurado el predominio veraz y definitivo, de los valores representativos de la democracia”.

El traspaso de la banda presidencial de un presidente democrático a otro del mismo carácter por  segunda vez consecutiva , se daría en Octubre de ese año cuando el mismo Alvear coronó a Hipólito Irigoyen, hecho que durante el siglo XX solo se repitió en Argentina en 1994 cuando Carlos Menem asumiera la primera magistratura luego de su re elección.

Alvear criticaba a los detractores de esta forma de gobierno:” Este fenómeno podrá desalentar a quienes nunca creyeron en la bondad o en la utilidad práctica de nuestro régimen constitucional, y también a quienes se proclaman desencantados del mismo sin haberlo vivido y practicado. Dentro y fuera del país hay mucha gente en ese estado de ánimo”.

El mandatario fustigaba a la vez a aquellas personas que además nada aportaban para el mejoramiento del sistema, “no han hecho  nada por enaltecerlo, propiciando, con el ejemplo y la acción, su aplicación, su depuración “.

De todas maneras, las actitudes antes mencionadas fortalecían su pensamiento en defensa  de la democracia, reconforta el “espíritu de quienes hemos tenido fe en la inspiración de los forjadores de nuestra nacionalidad y de sus instituciones”.Esa conclusión tranquilizará nuestra conciencia y embellecerá el recuerdo de las luchas que libramos para que el país entrase en la senda de esas instituciones y por ella hiciera su progreso, venciendo todos los inconvenientes que pudiera tener el sistema elegido

En el mismo discurso Alvear reconocía lo perfectible de la democracia, sin embargo estaba convencido que:” No hay otro medio de estimular la evolución política y de lograr que el pueblo corrija sus errores de concepto y mejore sus procedimientos de selección”.

Asimismo destacaba un principio fundamental  que los gobernantes debían acatar “el respeto y la garantía de los pronunciamientos de la opinión. Sean cuales fueren sus resultados”.

Por último, recordó un pensamiento suyo de 1926: «si el patriotismo nos exige empeñarnos para que ningún retroceso se cumpla en el progreso de la Nación, no hay más que un camino legítimo a seguir: contribuir a la mayor ilustración de nuestras masas y al desarrollo de su conciencia moral». Ideas que si las tuviéramos que traducir a nuestros días implican: invertir en educación y defender tanto la  escuela como la universidad pública gratuita.


Fuente: Mensaje del Presidente de la República Argentina, Marcelo T. de Alvear, ante la Asamblea Legislativa (1928), publicado el  25/12 2010




No hay comentarios:

Publicar un comentario