sábado, 21 de diciembre de 2013

LA OBEDIENCIA DEBIDA ES UNA PATENTE DE IMPUNIDAD, TODOS QUEREMOS LA PACIFICACIÓN NACIONAL Y EL REENCUENTRO ENTRE LOS ARGENTINOS, PERO SOLAMENTE MEDIANTE MÉTODOS IDÓNEOS PREVISTOS POR CONSTITUCIÓN, SIN MECANISMOS ANTI JURÍDICOS ( EDUARDO MENEM, 1987)

En  Mayo de 1987 se debatió en el Congreso  la ley de Obediencia Debida. una de las llamadas junto con el “Punto Final”, leyes de impunidad”´, sancionadas por Raúl Alfonsín, que recibió críticas, acusándolo de haber “claudicado” ante los militares después de haber juzgado y condenado a los jerarcas del Proceso.

La Ley 23.521 establecía la “no imputabilidad de delitos cometidos por miembros de las Fuerzas Armadas y policiales, en tanto hayan actuado por obediencia debida a sus superiores.”,explicando que “En tales casos se considerará de pleno derecho que las personas mencionadas obraron en estado de coerción bajo subordinación a la autoridad superior y en cumplimiento de órdenes, sin facultad o posibilidad de inspección, oposición o resistencia a ellas en cuanto a su oportunidad y legitimidad”.

En su libro “Voces de la Democracia” (Aguilar), los historiadores e investigadores Gabriel Dio Meglio y Gustavo Alvarez compilaron una serie de los discursos más importantes de los 30 años de democracia argentina.-“Revisar los principales aspectos políticos y económicos de la historia reciente”, es el objetivo que marcaron los autores.

Sobre la Obediencia Debida, resumieron, entre otros, la participación de Eduardo Menem quien desde su banca opositora desde el principio objetó y cuestionó las decisiones del gobierno radical. Rememorando la sesión del 28 y 29 de Mayo de 1987 en” Voces de la Democracia”, rememoran aquella discusión: “Señor presidente: este proyecto de ley en caso de ser sancionado, constituirá indudablemente una violación a  las normas fundamentales de nuestra constitución. Será también un avance del Poder Legislativo sobre el Poder Judicial, porque se interfiere en el juzgamiento de causas sometidas a decisión de este poder que no es el tercer poder del estado, sino que representa un tercio del Poder del Estado. Este proyecto, presenta graves fallas jurídicas.

Menem ostenta en su currículo haber tenido los siguientes cargos públicos  a nivel nacional: Senador Nacional por La Rioja entre 1983 y 2005. Es decir desde el retorno de la democracia hasta la primera renovación legislativa del gobierno de Néstor Kirchner. A su vez fue  durante los  10 años en los que su hermano estuvo al frente de la Argentina Presidente Provisional del Senado de la Nación como así Presidente de la Convención Nacional Constituyente que reformó la Constitución Nacional en 1994.


En aquel debate, aseguraba que otro de los “graves errores” era determinar responsabilidades de acuerdo con el grado del personal militar y no en relación con las funciones que cumplía al momento de cometerse los hechos. “Esta situación, afirmaba:" constituye un grave atentado contra  el principio de constitucionalidad de igualdad ante la ley", que  de esta manera se está violando. Así se  preguntaba en qué variaba la responsabilidad para no ser punible si se trataba de un capitán o un coronel si el hecho era el mismo.

No aceptaba que un Poder se entrometa en cuestiones del otro, había que preservar la independencia que la Constitución dictaba:”La eximente  de obediencia debida, al igual que todas las otras eximentes debe ser interpretada por los jueces y no por los legisladores que podemos dictar interpretaciones de carácter general y ampliar o restringir la eximente, pero bajo  ningún punto de vista determinar cómo se aplicará en los casos concretos, pues significaría avanzar sobre facultades del Poder Judicial.

”Al Poder  legislativo no le corresponde resolver casos concretos, es una tarea exclusiva del Poder Judicial. Por estos motivos pienso que con este instrumento legal afectamos a la Republica porque estaremos lesionando  uno de sus principios fundamentales, como es el de la división de poderes”.
La “Obediencia debida” era sinónimo de otorgamiento de una “patente de impunidad” por presunciones. La Cámara Federal en el Juicio a las Juntas ya había demostrado que tanto los oficiales como sub- oficiales eran responsables de la “guerra sucia”, de aplicar el “terrorismo de estado” como método.
No osaba justificar tal “aberración” como dejar libres a quienes gratuitamente habían matado sin miramientos a 30 mil personas.Este proyecto de ley ha aceptado la teoría más extrema, es decir la de la obediencia ciega o pasiva, con lo cual  nos colocamos prácticamente en la situación de ser- no sé si  quizás la única- quizás han aceptado la teoría de la obediencia ciega, que ha sido repudiada por la mayoría de las legislaciones, las doctrinas y jurisprudencias en el mundo entero

Señor Presidente, decía dirigiéndose a la máxima autoridad de la Cámara Alta:”por esta vía nosotros estamos contrariando lo que ha resuelto un Tribunal. Los hechos desvirtuaron cualquier presunción de inocencia. Se ha recibido abundantísima prueba. Por otro lado, dado que la eximente de Obediencia Debida alcanza también a aquellos que son responsables de haber cometido esos hechos atroces, estamos contradiciendo lo resuelto  por la Corte Suprema. La misma que en forma firme ha convalidado y ratificado sus fallos
Calificaba poco menos que inconcebible, que para “conseguir el resultado político  de concluir con los juicios_ que resultaba entendibles porque hacían a  la pacificación del país_ se hacia un” mal uso de las instituciones, una suerte de violencia sobre las instituciones jurídicas para conseguir esos fines.

La única razón era la “obstinación”, entendía Eduardo Menem. No cabía otra posibilidad, no se podía actuar de manera ambigua; aducía que existe una sola “solución jurídica”: la “sentencia definitiva”, ya sea absolutoria o condenatoria. Al igual que el gobierno lo hizo determinando que los excesos de la lucha contra la subversión, la  Justicia era y debía  ser la encargada de resolver

Denostaba las forzadas interpretaciones de instituciones jurídicas para conseguir resultados políticos. “Pueden ser muy valiosos, todos queremos la pacificación nacional  y el reencuentro entre los argentinos. Pero solamente se pueden lograr por “métodos idóneos” previstos por la constitución, no fabricando artilugios ni “mecanismos antijurídicos”

Fuente: Di Meglio, Gabriel y Álvarez Gustavo, “Voces para la democracia, los decursos que hicieron historia 1983- 2013 ( Aguilar, 2013)





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