domingo, 29 de diciembre de 2013

NO TENGO DERECHO A QUEDARME CALLADO (RABINO MARSHALL MEYER, 1976)

El 29 de Diciembre de 1993, falleció en Estados Unidos el rabino Marshall  Meyer, la persona que mucho más  allá de su condición de religioso, dejó su huella en Argentina por su compromiso con los Derechos Humanos.
Como lo certifica Rafael Winter en su artículo´:” El Rabino Marshall Meyer (z’’l): Humanista – Comprometido – Renovador”,la  figura de Marshall se agiganta a partir del golpe militar del 24 de Marzo de 1976 en Argentina y con el paso deltiempo habrá de llegar a su máxima dimensión. Denunció las violaciones a los derechos humanos, Trabajó arduamente para salvar vidas de centenares de personas que eran perseguidas por el régimen. Visitó a numerosos presos políticos en las cárceles, llevando asistencia espiritual a todos ellos, sin importar si eran judíos, cristianos, ateos o lo que fueran.

Entre los presos más “célebres” que visitó se encontraron el periodista Jacobo Timerman. Años después Timerman dedicó su libro “Prisionero sin nombre, celda sin númeroal rabino que “tanto consuelo ha traído a los presos judíos, cristianos y ateos”. Por Timerman y por otros presos políticos, Marshall Meyer organizó en conjunto con otra gente la  campaña internacionales que logró presionar para obtener ´la liberación del padre del actual canciller, otorgándosele un salvoconducto que le permitió con la ciudadanía argentina  revocada radicarse en Israel.

Distintas personalidades que vivieron aquellos años destacaron su figura: Su ex compañera en la Comisión Nacional por la desaparición de Personas (CONADEP) Graciela Fernández Meijide enfatizó el  compromiso de Meyer  con quienes tuvieron familiares y amigos desaparecidos;” En su nombre homenajeó a quienes sin tener a nadie desaparecido nos acompañaron y lo hicieron por convicción y principios éticos

Uno de sus ex alumnos y exdecano del Seminario Rabínico Latinoamericano que lleva su nombre El Dr. Daniel Fainstein subrayó la dimensión en la calidad de liderazgo del rabino llegado a la Argentina en 1959: Fue uno de los grandes líderes religiosos del siglo XX”. “Fue un ser humano extraordinario, formado por experiencias humanas extraordinarias que asumió con pasión en una vida extraordinaria”. “Y fue más que un maestro. Fue un mentor porque supo acompañar el desarrollo integral de cada persona que caminaba su camino.” Marshall comprendía que el ser humano es complejo y multiplural, y, de la manera más simple, se conectaba con los dramas cotidianos de la vida del hombre”.Clamó por justicia y por el fin de todos los vejámenes cometidos durante ese largo y nefasto período de la historia argentina 

Fue Meyer quien sugirió que la frase “Nunca Más”, sea el nombre del Informe presentado por el organismo creado por Raúl Alfonsín a pocos días de asumir la presidencia de la Argentina en 1983, tomando uno de los lemas de los partisanos del ghetto de Varsovia, uno de los sitios donde un grupo de judíos se sublevó contra el nazismo en Polonia durante la segunda guerra Mundial.

En 2006, durante la convención rabínica su discípulo, Guillermo Bronstain, unificó en su recuerdo la labor pastoral y la actitud de Marshall, Meyer en la vida cotidiana que no estaban disociadasNos decía: nunca tengan temor de ser lo suficientemente humildes como para saber reconocer que no saben algo.  Nunca inventen respuestas que ignoran, ya que así decepcionan a aquellos que confían en su integridad como guías. Más importante que dar las respuestas correctas es a veces saber hacer que la gente pueda plantearse los interrogantes adecuados”.
En ese  sentido remarcó la significación que le brindaba a la palabra “crisis”, reiterando la unidad entre la palabra y la acción: Crisis no tiene por qué ser una mala palabra. Crisis es sinónimo de crecimiento. Cuando alguien es capaz de plantearse las preguntas justas sobre todo en los momentos de angustia, es signo de que esa persona está creciendo, madurando, enfrentando los desafíos que dan significado a  la vida.
En coincidencia con los testimonios anteriores, Mariela Volcovich, autora del libro” Marshall T. Meyer. El hombre. Un rabino”, manifestó:”Él fue la voz de muchos reclamos, fue un luchador de los derechos humanos, y lo guiaron grandes desafío. Uno de esos desafíos fue el optar por un “cambio”, dado que espiritualidad iba a ser la misma.

Desde Estados Unidos, donde volvió a residir luego de su ida de la Argentina en 1984  en la Universidad de Duke se definió su actitud que  lejos estuvo  de escapar a su responsabilidad ´:“En los años del terror en las calles y el pánico en los hogares, su  nombre del fue pronunciado no solo por los labios de toda una generación de jóvenes y adultos que aprendieron, gracias a Marshall, un judaísmo blindado de dignidad…”. La misma casa de estudios publicó una obra en su memoria ´denominada: “No tengo derecho a quedarme callado”.

El mencionado Winter recalcó:”En una  sociedad – y en una comunidad - donde la norma era el “no te metas” y/o “mirá para otro lado”, Marshall, por el contrario, se involucró como el que más. NO MIRÓ PARA OTRO LADO siempre luchando por sus convicciones, que son principios básicos y esenciales del judaísmo y de la humanidad :”En aquellos años aciagos, Marshall también tuvo que enfrentarse a las autoridades de la comunidad judía pues él consideraba que había que denunciar y enfrentar explícitamente a la dictadura militar. La actitud comunitaria fue demasiado “tibia” en ese sentido, por decirlo de una manera eufemística”.

Por su parte el diputado Enzo Pagani en 2009  parafraseando al rabino Meyer  dijo que "lo difícil es cumplir el mandamiento `Amarás a tu prójimo como a ti mismo´, ¿Qué pasa cuando el prójimo me disgusta enormemente, o cuando es la madre de un desaparecido y en tiempos de la dictadura no me conviene acercarme?". A lo que agregó "cuanta enseñanza y cuanto correlato con una realidad que nos sigue mostrando autoritarios, sin poder aún hacer carne en la Argentina los valores esenciales de la democracia que supimos recuperar". "Los derechos humanos no son progresistas, conservadores o liberales. No son judíos, cristianos o musulmanes. Ni de primer o tercer mundo. Son derechos humanos, son esencialmente del hombre y para el hombre".

En oposición al “No te metas” enraizado durante la dictadura su viuda Naomi Meyer contó que Marshall:”era conciente del peligro, pero decía este es mi trabajo, acá está mi deber, eran palabras frecuentes que tenía con el embajador israelí Ram Nirgad”.

La labor de Meyer con los organismos de derechos humanos, lo vinculó con las Madres de Plaza de Mayo: “empezó a ver a las Madres de Plaza y se dio cuenta que no era política lo que hacían, era moral”. 
“Ellas como muchos otros le tocaban el timbre y él (por Mashall) respondía. Fue de los primeros en invitar a las Madres a los oficios religiosos en Bet –El, contra de la opinión  de muchos", rememoró.

Sara Rus, sobreviviente del Holocausto y madre de Bernardo, desaparecido durante la dictadura, también reconoció a Marshall Meyer. Hubo momentos que me sentí sola, apenas contaba con la ayuda de mis  abogados con quien presentamos un recurso de habeas corpus. Desde su dolor,  se unió a las Madres y comenzó a dar vueltas todos los jueves por Plaza de Mayo. La DAIA y la embajada de Israel no me ayudaban sino que me rechazaban, solo el Rabino Marshall Meyer nos acompañó, incluso a la plaza, contactándonos además con personalidades del exterior para ver si nos podían ayudar. También el periodista Herman Schiller publicó una carta de Bernardo en su diario Nueva Presencia”.

La dictadura se ensañó con los judíos que recibían un castigo más severo por esa condición. Se cuentan entre  entre 1800 y 2000 judíos, entre ellos 2 de nacionalidad israelí, los judíos desaparecidos en tiempos de la dictadura militar en Argentina entre 1976 y 1983. Además de los testimonios que avalan la admiración de los represores por Hitler y la presencia de cruces esvásticas y simbología nazi en los centros clandestinos de detención,  se les preguntó por el plan Andina, el supuesto programa que tenía Israel para conquistar la Patagonia. Allí se erigió Meýer – como asegura el historiador israelí de origen argentino, Efraim Zadoff , que elogió su ´labor durante “los años de plomo” como “uno de los únicos líderes espirituales que se jugó para visitar, junto con su colega Roberto Graetz, a los judíos en las cárceles”. “Ellos fueron un seguro de vida para los presos judíos”. Tanto desde el  Movimiento Judio por los Derechos Humanos (MJDH) y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) dio “respuestas en un marco de incertidumbre e hizo todo lo que estuvo a su alcance”.
Zadoff, quien fuera representante de los familiares de desaparecidos ante Comisión Israelí Inter-ministerial por los Desaparecidos en Argentina, subrayó sobre Marshall Meyer  “fue el emblema judío en aquellos años”.
Marshalll Meyer marcó con  el periodista Herman Schiller la “otra cara” de la resistencia pública contra el régimen dentro de la comunidad judía, Incluso ambos desde MDJH organizaron  la primera manifestación en la vía pública de la historia de la comunidad judía en la Argentina, el 24 de octubre de 1983, bajo el lema "Contra la discriminación y la plena vigencia de los derechos humanos", en la que congregaron a más de 10.000 personas frente al Obelisco.
Schiller, por su parte, dirigió el periódico Nueva Presencia, donde dio lugar en sus páginas a políticos, miembros de los organismos de derechos humanos, Meyer y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; se hablaba de los desaparecidos, de los ataques antisemitas contra las instituciones judías y hasta se opuso a la guerra de Malvinas cuando todos salían a vitorear la "gesta" realizada por el presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri
Para el rabino Daniel Goldman,Meyer fue su referente. Hoy desde la comunidad Bet- El y desde la APDH, sigue sus pasos.”Su testimonio fue mostrar al hombre que no pierde la humanidad activa. Enseñó que así como la memoria debe ser activa, la humanidad también. Cuando se activa la humanidad no existe nada que pueda detenerla”, opinó.
A principios de este año, el Concejo Deliberante de Bahía  Blanca, resolvió destacar la personalidad de Marshalll Meyer. Entre los justificativos, resaltó como primer punto su “visión de su actividad como líder espiritual chocaba con hábitos de una comunidad alejada de ese compromiso social contenida en un ritualismo incapaz de promover cambios sustanciales en su comportamiento religioso”
El segundo punto justificatorio alababa sus dichos donde el compromiso con la sociedad en pos de la justicia social y los Derechos Humanos: Marshall Meyer decía:" no soy profeta, ni hijo de profetas......pero ellos son mis ancestros y yo su heredero...".
Por último rescataba la actuación y valentía del rabino Marshall Meyer durante la dictadura militar:” parece oportuno ir al rescate de una personalidad que desde su actividad pastoral como rabino demostró valentía y solidaridad para enfrentar a los mercaderes de la muerte. Asimismo quienes brindaron su testimonio en la CONADEP ante Meyer resaltaron sus virtudes, contenía, auxiliaba ante el dolor.
Los últimos conceptos: contenía, auxiliaba ante el dolor junto a la auto imposición de No mirar para otro lado y No tengo derecho a quedarme callado”, sintetizan el trabajo de Marshall Meyer´que no sesgó en la búsqueda de tomar como obligación  la frase talmúdica “quien salva una vida, es como si salvara un mundo entero” y  puso manos a la obra.
Fuentes:
El Rabino Marshall Meyer (z’’l): Humanista – Comprometido – Renovador. por Lic. Rafael Winter
http://www.anajnu.cl/marshallmeyer2.htm
'Mariela Volcovich: 'Marshall Meyer marcó una ruptura con el paradigma vigente'' Radio Jai: 12/8/2009

La comunidad judía argentina: ¿cómplice o víctima de la dictadura?

Por Hernán Dobry, 21/07/2013
Sara Rus - Entre dos monstruos - (Segunda Parte). Por Julián Blejmar, Plural Jai, 16/12/2012. http://www.pluraljai.com.ar/articulos/opinion/pluraljai/reportajes/jblejmar/sararus-segundaparte
Honorable Concejo Deliberante de Bahia Blanca.Destacando la personalidad de Marshall Meyer 19/03/2013
http://www.integracionciudadana.org/index.php?option=com_content&view=article&id=567:destacando-la-personalidad-de-marshall-meyer&catid=38:noticias-principal

Alejandro Dubesarsky, “La lucha de Marshall Meyer durante la dictadura. El Rabino que le vio la cara al diablo. En
Declaran de interés un libro sobre Meyer. Presentación del libro “MARSHALL T. MEYER / EL HOMBRE. UN RABINO”, de Mariela Volcovich, 26 de Octubre de 2009 -

No hay comentarios:

Publicar un comentario