sábado, 22 de marzo de 2014

LA COMPLICIDAD CIVIL DE LA DICTADURA REALIZÓ UN TRABAJO FINO INSTAURANDO LA DESINFORMACIÓN Y EL MIEDO COMO ESTRATEGIA , ASPECTOS QUE HAN CONTAGIADO LA FALTA DE COMPROMISO COMO CARACTERÍSTICA CULTURAL, FORMAN PARTE DE UN PROCESO QUE HAY QUE REVISAR

Una síntesis de los efectos todavía perdurables de la dictadura, fueron publicados en el análisis realizado por "Edición Cuyo", la publicación digital de la Universidad de esa región de la Argentina en el articulo "la dictadura que llevamos dentro".


El "no te metas", una de las frases que se hizo carne en la Argentina, se mantiene. Por un lado,  la falta de compromiso y solidaridad , se conjugan con complicidad que no es dada por la necesidad de  auto limitarse , sino por el llamado "salvase que  puede",


Por el otro, a menudo se observan conductas que agravan la situación: gente que se sigue sintiendo dueña de la verdad con comportamientos despóticos que tendientes a a desestabilizar emocionalmente a otras personas, buscando su degradación .


Enfatizando el carácter cívico militar del Proceso, Natalia Bulacio en 2012 subraya:"La participación civil en la dictadura militar sigue siendo un hecho donde poner la lupa".

"La dictadura militar que se inició en nuestro país el 24 de marzo de 1976, contó con la participación de numerosos civiles, hoy algunos reciclados en la vida política democrática", resumen en la introducción Bulacio.


Asimismo remarca: "Los militares no actuaron en soledad. Hubo apoyo explícito y tácito".Ellos fueron quienes se encargaron de la´ otra represión´. Sin vestir el uniforme militar, pero con la elegancia y ostentación del saco y la corbata estuvieron a la cabeza de un país que empezaba a teñirse de sangre, fueron además los garantes armados del plan económico que finalmente se aplicó y cuyas consecuencias aún hoy, padecemos.

A casi 40 años, hay  efectos que se mantienen, así lo expresó: Natalia Bulacio" El gobierno de facto no sólo dejó un proceso de concentración y centralización económica, pérdida de derechos y conquistas laborales, endeudamiento externo, desapariciones de militantes populares, hijos y nietos desaparecidos represión, abusos y muerte".


Hubo un trabajo más fino que se instauró desde la desinformación y el miedo como estrategia. El ocultamiento de la locura y la perversión como metodología para imponer la crueldad, ya  que gran parte de la sociedad ignoró lo que pasaba o lo que intentaba no ver. La negación como lugar cómodo, o como táctica de supervivencia.  Estos aspectos que han atentado -directa o indirectamente- contra la memoria colectiva y la búsqueda de la verdad, que han contagiado y educado la falta de compromiso como característica cultural, también son parte de un proceso que hay que revisar.

Fuente: Bulacio, Natalia, "La dictadura que llevamos adentro", Edición Cuyo, 23/3/2012

http://www.edicionuncuyo.com/la-dictadura-que-llevamos-adentro

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