jueves, 13 de noviembre de 2014

MUERTES EN EL FÚTBOL: INCIDENTES SIN CASTIGO, LA LEY ANTI-VIOLENCIA POCAS VECES SE APLICA ( 1997)

La muerte en el futbol era una vez más noticia en Mayo de 1997, Sergio Filipello de 23 años, hincha de Brown de Adrogué murió luego de recibir un balazo en su cabeza.

Filipello volvía de ver a su equipo frente a Dock Sud. Retornaba en un tren perteneciente a la  ex línea Roca cuando los custodios encargados de la seguridad ante el enfrentamiento (hubo pedradas y golpes de puño en  la estación Adrogué) uno de los guardias disparó e hirió al joven que falleció poco tiempo después.

No se buscó prevención, Luis Alberto González, acusado de ser el autor del disparo tiró directamente, contaron testigos y como agravante después intentó borrar toda huella al lavar con querosene su arma. Las empresas Tren Metropolitanos y Search se reunieron y  emitieron un comunicado difundido por el jefe de prensa de la compañía de transportes aducían: los hechos "excedieron las previsiones de la empresa, que solicitó asistencia policial previendo desmanes, pero sólo pudo contar con la seguridad propia contratada". En un primer momento desmintieron que haya habido personal con armas:” llevaban machetes de goma”, dijeron.

Luego  de nuevo a través del departamento de prensa  admitieron que en realidad  si hubo agentes con armas de fuego:” lo que ocurrió fue algo atípico. Cuando el tren se llenó de hinchas pedimos ayuda a la Guardia de Infantería. Y como la Policía no envió a nadie, se le debió ordenar a los guardias que habitualmente se dedican a la custodia de caudales -los únicos que andan armados- que subieran altren". Sin embargo, justificaron el accionar de sus hombres, la culpa era de los hinchas:” "nada de esto hubiera pasado si los hinchas se hubieran comportado civilizadamente".

Disparar a la cabeza no era considerado un acto de” incivilización “por parte de los responsables de transportar seres humanos y velar por su seguridad. Además de González otras dos custodios estuvieron en el tren Oscar Toledo  y   el sub oficial de  de Prefectura Héctor Aguirre que  viajaba como pasajero, ellos también tiraron desde el interior de los vagones.

De acuerdo con una alta fuente judicial,  citada por Clarín Aguirre les dijo a los policías que lo detuvieron que, si bien había disparado hasta vaciar el cargador de su pistola reglamentaria, todos sus tiros fueron al piso, similar fue el comentario de Toledo a los policías de la comisaría de Adrogué: "Sólo tiré al aire".

El diario informaba  que:”Todo indicaría que el balazo que mató a Filipello no salió del arma de Toledo ni de la de Aguirre. Por eso, y como no hay ningún otro herido de bala, ambos están acusados sólo de "abuso en la utilización de arma de fuego".

Al analizar los sucesos que terminaron con el asesinato precisaban en Clarín que si se hiciera una lista de los hechos de violencia en los estadios de fútbol y sus alrededores sería “interminable”. “Una buena parte de las situaciones que la ley que intenta controlar la violencia en los espectáculos deportivos señala como delitos se repite todos los fines de semana” agregaban.

Estaba en vigencia la ley de prevención de violencia en los estadios deportivos ideada por el senador  de la UCR (y futuro presidente) Fernando de la Rúa, el dictamen con cuatro años de vigencia “parece no dar abasto”, escribían. La opinión era compartida por funcionarios que se quejaban  de la” falta de presupuesto con la que trabajan”. En tanto desde la jefatura de  policía  aseguraban graves falencias:
Era común que los detenidos salgan  de las cárceles con demasiada facilidad. Desde los demás sectores encargados  de implementarla coincidían  en que: no tienen los elementos suficientes para hacerlo”.

 Detallaban algunos casos recientes en los que no hubo ningún detenido:: en la pasada fecha del torneo Clausura los hinchas de Racing hicieron estallar petardos durante buena parte del primer tiempo, incluso poniendo en peligro la seguridad de los futbolistas que se acercaban a ese arco.
Alguien había olvidado el artículo tercero de la ley prohíbe expresamente la presencia de cualquier elemento de pirotecnia en las tribunas y prevé, para quienes los lleven, entre un mes y seis años de prisión.

 Por su parte la hinchada de San Lorenzo tiró bengalas al campo de juego, enojados porque su equipo perdía. Así demoraron la continuidad del juego.
Se  había violado  el artículo 7 de la ley, que, para esas actitudes, promete de un mes a tres años de cárcel”, nadie le prestó atención.

En Jujuy un plateísta de Gimnasia de Jujuy agredió a un relator de televisión, rompiendo de un manotazo los vidrios de la cabina en la que estaba trabajando. Recordaban desde el periódico que se  incurrió también en el delito que prevé el artículo 8, que habla de no menos de seis meses de pena por la destrucción de cualquier inmueble dentro de una cancha.

La falta de voluntad  para  terminar con la violencia, añadía Clarín, se observaba también en la actitud con los que cometen desórdenes en los medios de transporte, amenazan a los árbitros y protagonizan otras situaciones cotidianas en el fútbol argentino.
la ley no se cumplía "por una cosa o por otra, nunca pasa nada", respondieron  funcionarios consultados por el mismo medio. Ese “nunca pasa nada” era claro, nadie era responsable. La ley anti violencia   contempla la inhabilitación para asistir a los distintos estadios, para ejercer como dirigente y hasta para trabajar como futbolista profesional. A  pesar de las modificaciones realizadas en 1993 (impulsadas por Fernando Galmarini, entonces en el Consejo Nacional del deportes , llegaría a Secretario de Deportes y leguislador menemistas y hoy sigue a su yerno Sergio Massa ) de sus primera parte penal, con 34 artículos y de la  contravencional con 39.

El artículo concluía recordando que existían dos organismos que debían ocuparse de la violencia en el futbol y del control de las barras bravas. La Provincia de Buenos Aires contaba con un comité de seguimiento, se diferenciaba del resto porque en su código contravencional figuraba una norma que prohibía la reventa de entradas. Finalmente el segundo con injerencia nacional  que _  se destacaba _ , se encarga de la seguridad: el Comité Ejecutivo de Seguridad Deportiva. Para cumplir su misión  se reunían todos los lunes después de los partidos con la Ley de la Rúa en la mano.

De todos modos una sola y evidente conclusión se podía extraer La ley no se cumple "por una cosa o por otra, nunca pasa nada".

Fuentes:
¿Por qué Dios mío, por qué?" , Clarín 20 de Mayo de 1997
http://edant.clarin.com/diario/1997/05/20/e-03901d.htm

Un custodio limpió su arma para despistar a los peritos ,Clarín 20 de Mayo de 1997 
http://edant.clarin.com/diario/1997/05/20/e-03801d.htm

Incidentes sin castigo (Una ley que pocas veces se aplica) Clarín 20 de Mayo de 1997
http://edant.clarin.com/diario/1997/05/20/e-03903d.htm


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