sábado, 17 de enero de 2015

PARA TERMINAR CON LA CORRUPCIÓN HAY QUE DESATAR UNA VERDADERA TORMENTA ÉTICA (CARLOS MENEM,1998)

En un adelanto de la pelea electoral que sobrevendría con fuerza en 1999, el año fijado para las elecciones generales en Argentina, en Febrero del año anterior, se cruzaron el presidente Carlos Menem y el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y futuro sucesor del riojano Fernando De la Rúa.

El alcalde porteño conociendo el flanco más débil de la conducción menemista lanzó una denuncia en contra de la corrupción que incluía al presidente y a muchos de sus hombres de mayor confianza

Menem, ni lerdo ni perezoso contra atacó y a través del procurador del Tesoro, Rodolfo Díaz, instó al Poder Judicial para que” legisladores nacionales y el jefe de Gobierno porteño, Fernando De la Rúa, pongan a disposición de la Justicia los datos que posean sobre hechos de corrupción llevados a cabo por funcionarios públicos”.

Transcurridos casi nueve años al frente del país las cuentas eran poco claras, el dinero proveniente de la privatización de las empresas publicas no llegaban a la gente que tampoco notaba que esos servicios hayan mejorado las prestaciones. Las promesas de “revolución productiva y salariazo” se habían diluido. Encima desde sus comienzos numerosos casos de corrupción eran denunciados sin que se noten avances.

Grandes cantidades de leche en polvo para un plan social, compradas a una empresa de Miguel Vicco, secretario privado de Menem y Carlos Spadone, amigo del mandatario de las cuales un alto porcentaje se declararon no aptas para el consumo.así como l
os  guardapolvos adquiridos por la gestión de Eduardo Bauzá en el ministerio de Salud y Acción Social, fueron dos de los más recordados.

Esta causa contó con aspectos interesantes: los guardapolvos fueron cobrados antes de ser entregados por una compañía que entre otras anomalías llevaba inactiva  dos años. Su capital no alcanzaba al precio de un guardapolvo . No había presentado balances, ni siquiera certificación de su existencia y su presidente  era un indigente que en otra causa había pedido que se le permitiera litigar sin gastos.

En el plano internacional se destacaban los atentados a la Embajada de Israel en 1992 y a la AMIA en 1994, además de más de cien muertos y cerca de trescientos heridos, la impunidad se veía agigantada por los escasos avances en la investigación. El primer ataque debía ser escrutado por la Corte Suprema que nunca atinó a mover los brazos. La bomba del 18 de Julio fue anticipada y consecuencia de la falta de luz en el ataque a la representación hebrea.
En ambos casos se denunció al Estado como encubridor .

Sin embargo, cuando las denuncias arreciaban y ensuciaban a quien venia a "transformar a la Argentina" para convertirla en una nación del primer mundo, Menem decidió tomar el toro por las astas dedicar  su lucha a favor de la “transparencia de los actos de gobierno”. Al hablar en un acto en el Salón Blanco de la Casa Rosada y con su gabinete en pleno presente fustigó a la oposición porque reclamaba :” no se puede levantar la bandera política de la corrupción sin pruebas y no puede ser que se ponga en tela de juicio el buen nombre y honor de las personas”.

Seguro de sí mismo y de la gente que estaba a su lado enfatizó que:" 
Para terminar con la corrupción hay que desatar una verdadera tormenta ética”.

Nada cejaría su voluntad de dejar en claro que él no había llegado al poder para hacer negocios ni para enriquecerse a costa de los demás.

Según analizaba Clarin:” La estrategia oficial pretendía obligar a que los dirigentes de la oposición aporten pruebas sobre los hechos de corrupción que han denunciado o que, si no lo hacen, asuman la responsabilidad pública de sus dichos”.

Era también parte de su estrategia de defensa para responderle a De la Rúa, que dos semanas atrás había metido las narices en Balcarce 50 , había prometido que “si había hechos de corrupción en el Gobierno de Menem se los iba a investigar y se iba a meter presos a los culpables”.

El ex diputado, senador y presidente de la UCR optó en aquel momento en no hacer declaraciones . Su vicepresidente dentro del radicalismo, Leopoldo Moreau, si respondió :” Menem llega tarde a la Justicia”, rememoró que los casos de corrupción iban en aumento , dado que :”ya está investigando los escándalos de IBM-Nación, la venta de armas a Ecuador y el fraude del oro”.

Clarin que veía la debacle menemista , el descontento social y la suba en las preferencias de la ciudadanía de la intención de voto a la Alianza , la unión de fuerzas anti menemistas surgida en 19995 :”La alusión explícita de Menem a los legisladores de la oposición y a De la Rúa no es inocente y parece indicar la intención del Gobierno de impedir que la Alianza capitalice en votos, en la elección presidencial del 99, el malhumor de los ciudadanos por los supuestos actos de corrupción sin que pongan las pruebas a disposición de la Justicia”.

No eran solamente De la Rua y Moreau los que imputaban al gobierno su falta de interés en terminar con el mal de la corrupción, Graciela, en las páginas del diario de mayor poder también le contestó a Menem con dureza. Se preguntó si no se trata de una nueva broma del Presidente y de inmediato inquirió : ¿Cuánto tiempo va a tardar Eduardo Menem, Carlos Corach o Antonio Cafiero en decir que esto es una broma?.

Enseguida , Fernández Meijide que era presentada por Clarin como la “casi segura precandidata presidencial del Frepaso”, le advirtió a Menem: “Que no nos siga metiendo vientos si no quiere que se venga encima una tempestad”.



De nuevo Menem rechazó las criticas y envió hizo explícito también un mensaje hacia adentro de su propio Gobierno. Exhoretaba a sus colaboradores a defender la administración y defenderse :” Los funcionarios tenemos la obligación de defendernos -dijo Menem- y de obligar a los que hacen la denuncia por la denuncia misma a que pongan las pruebas a disposición de los jueces”.

Mientras tanto el procurador del Tesoro, Rodolfo Díaz, señaló que para poder actuar en las denuncias sobre ilícitos contra el Estado, necesitaba de una instrucción explícita del Presidente (los que deben actuar de oficio son los fiscales) y que por ello hizo falta el decreto “.

Aclaraba que tenia la conciencioa tranquila y que el dictamen :” no tiene como objetivo cerrarle la boca a la oposición.”. Su guía era la “justicia”, se imponía que” las denuncias contra la corrupción se basen en pruebas concretas”.

A fin de cumplimentar lo estipulado, el procurador investigaría los hechos luego de recabar toda las información . Si si reunhieran los elementos suficientes se abrirìa un sumario al funcionario cuestionado, para luego informar a la Justicia.

Hace 17 años, Argentina podía estar segura , nadie saldría indemne de la cruzada anti corrupción, nacía un país serio , Menem desataría una verdadera "tormenta ética”.

Fuentes:
Corrupción: Menem pidió que De la Rúa muestre las pruebas; Clarín 19 de Febrero de 1998
http://edant.clarin.com/diario/1998/02/19/t-01201d.htm

Sentencia por los guardapolvos ( Una causa olvidada)
Página 12 , 13 de Mayo de 2005
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-50977-2005-05-13.html

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