viernes, 16 de octubre de 2015

EL PERONISMO TUVO UN CARÁCTER POPULISTA, FUE UN FENOMENO DE CULTURA POPULAR, UTILIZÒ EL DEPORTE COMO HERRAMIENTA DE EDUCACIÒN Y A LA VEZ HIZO USO Y ABUSO DE ÈL ( 2015)

En una síntesis de lo que fue el peronismo y su visiòn del del deporte, hace pocos meses Ezequiel Fernàndez Moores en cuyos artìculos suele ser habitual encontrar análisis de la vinculaciòn entre el deporte, la sociedad y la polìtica, escribiò "Los Muchachos", haciendo referencia a la marcha peronista que comienza con esas palabras.

Tomando como referencia el libro “La Cancha Peronista”· del historiador israelì Raanàn Rein publicada por la editorial de la Universidad de San Martìn, escribiò en Agosto de este año las luces y sombras del peronismo que como se señala en el tìtulo:” utilizò el deporte como herramienta de educación, pero a la vez, hizo “uso y abuso de èl”.

En el artìculo que se copia en forma textual recuerda al Racing tricampeòn argentino de fútbol y los beneficios que recibiò gracias a Ramòn Cereijo, de la misma manera los beneficios que se brindaron a , entre otros a Juan Manuel Fangio, José Gatica ( fue famosa su frase a Peròn en el Luna Park:” dos potencias se saludan”, Pascual Pérez, el primer campeòn mundial de boxeo argentino que a los pocos minutos de su triunfo frente a Shirai en Japòn en comunicación por radio le dedicò su victoria al general Peròn o los remeros Tranquilo Capozzo-Eduardo Guerrero, medallistas de oro en los Juegos Olìmpìcos de Helsinki en 1952 ( fue la ultima presea dorada hasta 2004 cuando los seleccionados de fútbol y bàsquet hicieran lo propio en Atenas 2004).

"Deportivo Cereijo" fue Racing. Pero Ramón Cereijo, con 32 años ministro de Hacienda de Juan Domingo Perón de 1946 a 1955, también recibió homenajes y distinciones de "socio honorario" de muchos otros clubes, todos beneficiados con préstamos estatales que ayudaron a construir estadios y otras obras. River, por ejemplo, recibió al ministro varias veces en el Monumental. Perón celebró allí el gol de Grillo a Inglaterra. Otra vez fue a un clásico ante Boca junto con Milton Eisenhower, hermano del presidente de Estados Unidos. El homenaje al Torino por la tragedia de Superga incluyó cheque a Cereijo para la Fundación Eva Perón. Evita dio puntapiés iniciales. El Monumental fue sede de condecoraciones con la Orden de la Medalla Peronista. Campeonatos Evita. Juegos Panamericanos de 1951. River, que tenía de presidente al peronista Antonio Liberti, recibió profusa publicidad estatal y, como los demás clubes, también fue eximido de deudas impositivas. El club apoyó la reelección de Perón por "una Nueva Argentina, justa, libre y soberana". Y expresó dolor por la muerte de Evita, "Jefa Espiritual de la Nación". Hasta que en 1955, tras el golpe de la Libertadora, la revista River cambia fotos de Perón por las de militares golpistas.

Boca, como River, debía la construcción de su estadio a préstamos previos del general Agustín Justo, en la llamada Década Infame. Pero también agrandó la Bombonera y creció como club social en años del peronismo. "Eva Perón inmortal", abre Boca la Memoria de 1952. Perón otorgó además tenencia definitiva del terreno y el club llamó a la tercera tribuna de la Bombonera con el nombre de "Presidente Perón". "Boca y sus ideales -dice la Memoria de 1953- estarán siempre con el primer Descamisado de la patria". En 1954, el nuevo presidente Alberto J. Armando dedica el título a Perón. Pero, como había sucedido en River, Perón desaparece de las Memorias del club tras el golpe de 1955. Boca, hoy un club PRO, también forma parte de La cancha peronista (UNSAM, 2015), un gran estudio compilado por el historiador israelí Raanan Rein con investigaciones de cientistas sociales sobre los vínculos del fútbol con el peronismo, de 1946 a 1955. Rodrigo Daskal escribe de River, Alex Galarza de Boca y Jorge Bernetti de Racing. La Academia también fue beneficiada con préstamos que, dice Bernetti, fueron cancelados y que permitieron erigir el Cilindro pegado al estadio de Independiente y no en Retiro, como hubiese preferido el ministro Cereijo, hincha del club.

También San Lorenzo, que ya había construido el Gasómetro gracias a gestiones previas de su presidente radical Pedro Bidegain, vivió fuertes tensiones internas. Discutían una conducción histórica reacia a los cambios y socios peronistas que querían aprovechar los préstamos estatales para reformas más audaces. "¡Politiqueros no! ¡Sanlorencistas sí!", clamaba la revista partidaria Ciclón. San Lorenzo, cuenta Lucie Hemeury, vivió entonces "una peronización a medias". En su histórica gira de 1947 llevó dinero de Eva Perón para las víctimas de la Segunda Guerra Mundial, logró préstamos estatales y también designó "socios honorarios" a Perón y Cereijo, hechos que, tras el golpe del 55, cayeron en manos de una Comisión Investigadora. ¿Los clubes eran peronistas? ¿Se hicieron peronistas para lograr préstamos? ¿O se hicieron peronistas por temor a recibir represalias? Estudiantes de La Plata, tradicionalmente asociado con el antiperonismo, según cuenta Jorge Troisi Melean, sufrió cuando el club, presidido por el decano de Agronomía Jorge Ferri, que había ganado en elecciones al sindicalista Orlando Grecco, fue acusado de boicotear la distribución de La Razón de mi vida, el libro firmado por Eva Perón, que era texto obligatorio en escuelas. El club es intervenido. La Plata se llama Eva Perón tras la muerte de Evita. Estudiantes de Eva Perón desciende en 1953 y asciende en 1954.

También Gimnasia y Esgrima La Plata, cuenta Claudio Panella, fue Gimnasia y Esgrima de Eva Perón y cambió a su presidente radical, Plácido Seare. El de Atlanta, Manuel Álvarez Pereyra, escribe Rein, fue encarcelado por la Libertadora. Mariano Gruschetsky dice que también se "peronizaron" clubes como Talleres de Remedios de Escalada, de tradición socialista, y que hasta Vélez creció con dineros estatales, pero sin necesidad de pleitesías. José Amalfitani, presidente mítico de Vélez, demócrata progresista de Lisandro de la Torre de joven, cultivó buena relación personal con Perón. Pero "Don Pepe" no ordenó bustos ni cintas negras tras la muerte de Evita. La Memoria de 1948 de Vélez sí destacó un homenaje a Cereijo, porque el ministro amplió un crédito que ayudó para ampliar obras. La cancha peronista recuerda la interna en el gobierno por la huelga de jugadores de 1948. Cereijo apoyando a los jugadores, aunque también auxiliando económicamente a los clubes, y Oscar Nicolini, presidente de AFA y ministro de Comunicaciones, al lado de los dirigentes. Con o sin peronismo, en democracia o en dictadura, la AFA siempre eligió un presidente cercano al poder de turno.

Mundo Deportivo, semanario con una media de 82 páginas, fundado en 1949 por el mayor Carlos Aloé, fue El Gráfico peronista, como lo describe Claudio Panella. Tuvo picos de hasta 220.000 ejemplares y buenas firmas (Ulíses Barrera en boxeo, Miguel Ángel Merlo en automovilismo y Estanislao Villanueva Villita en básquetbol, entre otros). Dedicó su primera portada a Jorge Newbery, "cajetilla", pero para muchos primer ídolo popular del deporte argentino. El editorial avisaba que la revista no daría sólo resultados y crónicas de absolutamente todos los deportes y de clubes y competencias escolares de todo el país, sino que exaltaría también los beneficios del deporte como formativo del "vigor de un pueblo ejemplarmente sano". El deporte de "principios y virtudes morales". De "deportistas nobles y generosos". El número uno, claro, "el Excelentísimo Señor General Don Juan Perón: Primer Deportista Argentino". Perón fue tapa numerosas veces, con Juan Manuel Fangio, José Gatica, Pascual Pérez o los remeros Tranquilo Capozzo-Eduardo Guerrero, gritando el gol de Grillo y premiando a campeones polistas. De siete títulos en 35 años se pasó a 22 títulos en ocho años. Y con el fútbol, que llenaba estadios con grandes equipos, sin jugar Mundiales, acaso para no exponer el mito de que éramos los mejores.

Rein, un catedrático de Tel Aviv que estudia al peronismo desde hace un cuarto de siglo, proyectó La cancha peronista cuando escribía un libro sobre la formación de una imagen judía en Atlanta y vio la década de "peronización" del club. Intuyó que algo parecido podría haber sucedido en otros clubes. En la introducción, elogia políticas de inclusión, cultura popular, movilidad social y el uso del deporte como herramienta de educación. Pero denuncia también "el uso y abuso del deporte". Habla del "carácter populista del régimen peronista". Del país "convertido en un inmenso y clamoroso estadio". Y de un peronismo que prometió "mejoras de salario y trabajo (pan) y actividades deportivas inofensivas (circo)". El peronismo, "el hecho maldito del país burgués", como lo definió en 1967 John William Cooke, volvió a ser gobierno tras la dictadura en 1989, con Carlos Menem. Ya no estaba Mundo Deportivo, que sobrevivió como pudo hasta 1959. No hacía falta. El Gráfico, que casi había ignorado el rol del Estado en el auge deportivo del primer peronismo, dedicó numerosas tapas a Menem. "Se acabaron el paternalismo y el subsidio del Estado", avisó en 1990 Fernando Galmarini, Secretario de Deporte. Menem convocó a Olivos a Julio Grondona. Le presentó a Mauricio Macri, que venía de fracasar con el intento de compra de Deportivo Español, y le pidió a Grondona que estudiara la conversión de los clubes en Sociedades Anónimas. El presidente de la AFA prometió que así sería, pero su Comité Ejecutivo, que obedecía sus ordenes, votó luego un rechazo categórico: 34-1 en contra de los Clubes SA. La TV privada, hoy desplazada por el Fútbol Para Todos, quería trasmitir por cable hasta los partidos de eliminatorias de la selección. Era un Estado que, al mismo tiempo, subsidiaba competencias de motonáutica en la Costanera. Era el deporte de su amigo y luego funcionario Daniel Scioli, "El Compañero Motonauta" que hoy, tras las PASO del domingo que le ganó a Macri, aspira firme a prolongar gobiernos peronistas, pero de más Estado y menos SA. "Si yo nunca me metí en política -respondía años antes, un personaje de Osvaldo Soriano en No habrá más penas ni olvidos- siempre fui peronista".
Fuente: 
Ezequiel Fernández Moores, Los muchachos, La Naciòn, 12 de Agosto de 2015

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