martes, 15 de diciembre de 2015

LA CONADEP NO SUFRIÓ CONDICIONAMIENTOS POLÍTICOS, CONDENÓ LA VIOLENCIA Y EXECRÓ EL TERRORISMO DE ESTADO ,FUE UN ACTO DE UN CORAJE CÍVICO IMPENSADO, POR ESO LA COMISIÓN Y EL INFORME NUNCA MÁS SIGUEN SIENDO INTOCABLES EN EL TURBULENTO ESCENARIO QUE GENERÓ Y SIGUE GENERANDO LA HERENCIA DEL PASADO VIOLENTO EN LA ARGENTINA ( 2006)

Hace 32 años , el 15 de Diciembre de 1983 el recién asumido presidente argentino con la conformación de la La CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) dio cuenta de lo que con posterioridad fuera su legado a la democracia y justicia argentina: el  juzgamiento y condena a los miembros de las Fuerzas Armadas que secuestraron, torturaron, mataron y desparecieron en forma clandestina a treinta mil argentinos ( Videla, Massera, Agosti, Viola, Lambruschini, Graffigna, Galtieri, Anaya y Lami Dozo)
Así como a los líderes de las organizaciones guerrillerass  a los que se persiguió, juzgó y condenó por distintos delitos comunes , entre ellos a Mario Firmenich, Fernando Vaca Narvaja, Enrique Gorriarán Merlo, Roberto Perdía, entre otros, luego indultados por decreto de Carlos Menem a principios de la década de 1990. 

Con la firma del Decreto 187/83 que marcó el nacimiento de la CONADEP, tuvo una“ clara intención política el Presidente Constitucional”, sostienen desde la cátedra Gumersindo Sayago de la Universidad de La Plata,“supone, agregan ,la intervención efectiva de los poderes del estado a través de la dependencia de la Comisión del Ejecutivo y de la participación de los legisladores, y también la intervención de la sociedad civil”. En consecuencia alegan :” De algún modo, la búsqueda de la verdad sobre nuestro pasado reciente se volvía una intersección entre el estado y la sociedad civil".

Enzo Stivala en un su articulo en la Voz de Córdoba, entendió aquel hito de la justicia argentina guiada por el presidente Alfonsín Generales como un hecho de: ” Un coraje cívico impensado, que sentó en el banquillo a los máximos responsables del terrorismo de Estado, se fundaba en una verdad incontrastable: entre los años 1976 y 1979 miles de personas fueron privadas ilegalmente de su libertad, torturadas y muertas como resultado de la aplicación de procedimientos inspirados en la ´doctrina de la seguridad nacional´, ideología y ejecución de signo eminentemente totalitario. Fue a su vez una lumbrera en” la política de derechos humanos".

Tanto el informe Nunca Más elaborado por la Conadep, significaron según Stivala :”la contracara de “transiciones negociadas” que ocurrieron por aquellos años con el retiro del poder de la dictadura en la España franquista y del “Estado Novo” portugués de Antonio de Oliveira Salazar, o el traspaso del poder de las dictaduras militares en Uruguay, Chile y Brasil a las nuevas democracias renacientes, o la huida del bárbaro e irracional apartheid sudafricano”.

Añade Stivala que :” El proceso a las juntas militares promovido por iniciativa de un gobierno democrático y la ulterior condena de un poder judicial independiente, con absoluto respeto del derecho de defensa de los acusados, constituyeron un hecho sin precedentes en América latina y en el mundo. Por primera vez, militares latinoamericanos que planearon y realizaron un golpe de Estado contra un gobierno constitucional fueron enjuiciados y condenados por un tribunal civil.

La Conadep estuvo conformada por diversos representantes con alta valoración social por su defensa de los derechos humanos que trabajaron ad honorem : Ricardo Colombres (jurista, ex Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación), René Favaloro (eminente cardiocirujano), Hilario Fernandez Long (ingeniero, Rector de la Universidad de Buenos Aires destituido por el golpe militar de 1966), Carlos Gattinoni (obispo metodista), Gregorio Klimovsky (filósofo, profesor universitario renunciante a sus cátedras con motivo del golpe de 1966), Marshall Meyer (rabino), Jaime de Nevares (obispo católico), Eduardo Rabossi (filósofo, jurista, también renunciante a sus cátedras con motivo del golpe de 1966), Magdalena Ruiz Guiñazú (periodista) y Ernesto Sábato (escritor). En la primera reunión se designó Presidente a Ernesto Sábato. Luego se decidió la creación de cinco secretarías: de Recepción de Denuncias (a cargo de Graciela Fernández Meijide), de Documentación y Procesamiento de Datos (Daniel Salvador), de Procedimientos (Raúl Aragón), de Asuntos Legales (Alberto Mansur) y Administrativa (Leopoldo Silgueira). El personal, unas cien personas, provino, en general, de las ONGs. Los miembros de la CONADEP trabajamos ad honorem. Los secretarios y el personal cobraron sueldos equiparados al de los jueces y empleados de primera instancia del Poder Judicial. El Ministerio del Interior brindó el apoyo administrativo, logístico y financiero. El apoyo fue eficaz y estuvo exento de toda intención o presión política. La CONADEP funcionó en dependencias del Teatro (municipal) General San Martín de la ciudad de Buenos Aires.

Se invito a ambas Cámaras a que enviaran sus representantes.Mientras que la Cámara de Diputados nombró a Santiago López, Hugo Puccill y Horacio Huarte., el Senado de la Nación, donde el Gobierno de Alfonsín no contaba con mayoría y era liderado por el justicialismo nunca envió sus representantes a la CONADEP.

El documento registraba “la mayor tragedia Argentina". La CONADEP relevó miles de casos de desaparición, secuestro, tortura y ejecuciones. En tal sentido, con cada uno de los casos denunciados se conformo un legajo numerado. La Comisión compiló más de 50.000 páginas de documentación, la cual, fue entregada al Presidente Alfonsín el 20 de septiembre de 1984, sirviendo de fuente documental para el libro Nunca Más y el posterior juicio que se llevó adelante contra las Tres Juntas militares y dirigentes guerrilleros que violaron los Derechos Humanos, los cuales, fueron condenados a cadena perpetua, para más adelante, ser amnistiados por el Presidente peronista Carlos Menen.

Al cumplirse 30 años de  la constituición de la CONADEP instrumentada por el Presidente Alfonsín, el historiador radical César Arrondo señaló que :” Muchos han querido deliberadamente negar o ningunear esta parte de al historia de nuestro país”. Sin embargo, destacó :” Hoy tenemos una democracia que mucho le debe a las determinaciones tomadas en su momento por este ex presidente argentino.

En ese sentido , Rabossi  escribió en 2006:"  La CONADEP cumplió su misión con seriedad. No sufrió condicionamientos políticos. No se autocensuró. No practicó el protagonismo mediático no propulsó ofrecer interpretaciones sesgadas de lo ocurrido. Condenó la violencia y execró el terrorismo de estado. Informó con ascetismo lo que constató (“No usen adjetivos”, nos recomendó Sábato a quienes teníamos a cargo la elaboración del Informe). Ninguno de sus miembros pretendió utilizarla para atesorar méritos personales Quizá por todo eso la CONADEP y EL NUNCA MAS  siguen siendo intocables en el turbulento escenario que generó y sigue generando la herencia del pasado violento en la República Argentina.

De tal manera la Conadep, enfatizó Stivala fue una “valiente decisión de Raúl Alfonsín “, tal vez sin ella, manifestaba Stivala :” estaría vigente uno de los actos más indignos y más cercanos a una mentalidad delictual como es el perpetrado hacia el final de la dictadura por los ocasionales tenedores del poder usurpado, creando para sí una protección contra la predecible persecución ulterior a causa de la dilatada y gravísima conducta criminal en que se había empleado desde marzo de 1976: la autoamnistía, ese autoperdón que claramente estaba significando el expreso reconocimiento de esa conducta criminal, plasmada la impúdica ley de facto 22.924. Es probable también que ni Astiz, ni Etchecolatz, ni Acosta, ni Simón, ni Menéndez o Martínez de Hoz y Von Wernich jamás hubieran sido llamados hoy a rendir cuentas ante la sociedad y ante la Justicia por las infamias cometidas, cada uno en el marco de sus propias responsabilidades"

Por último tomo dos reflexiones que pueden servir para entender a la Conadep, su informe NUNCA MAS y el posterior juicio a las Juntas. La primera del mencionado Arrondo:”Será la Democracia Argentina la que deba garantizar la vigencia de todos los Derechos Humanos a los ciudadanos argentinos, ya que muchos de ellos hoy se encuentran al margen de los mismos, crear ciudadanía y a tener la seguridad de poder vivir, convivir y progresar, en una República que garantice para los tiempos, la libertad y la igualdad”.

Y como culminación sobre El legado del “Nunca más” y la acción del presidente Alfonsín , como subraya el politólogo Hernann Fair. En primer lugar se trató de un hombre que se atrevió a juzgar a las Fuerzas Armadas, en un contexto sociohistórico y cultural en el que nadie en toda la región latinoamericana, e incluso en todo el mundo, se había animado a realizar hasta entonces.

Por el otro El legado del “Nunca más” no es sólo un par de palabras huecas y sin sentido, sino que simboliza el fin de una época trágica para nuestro país, la época más trágica que hemos vivido y que Nunca más podemos repetir. Esa frase, y el juzgamiento a los militares, adquiere la importancia de que actúa  construyendo discursivamente una nueva realidad, del mismo modo que la Declaración de los Derechos Humanos de 1945 inauguró performativamente la vieja idea rousseauniana de que los hombres nacen libres e iguales y deben permanecer como tales”, tal como la sintetizó el politólogo Hernán Fair.


Fuentes:


Prof. César Arrondo, Unión cívica radical de Entre Rios , a 30 años de la entrega del informe final de la Conadep al presidente Alfonsín
http://ucrer.org.ar/index.php/item/65-a-30-anos-de-la-entrega-del-informe-de-la-condep-al-presidente-raul-alfonsin

Fair , Hernán. "El legado político de Raúl Alfonsín", Revista Ciencia Politica ,Revista Nº9 "Teoria politica e historia IV
http://www.revcienciapolitica.com.ar/num9art3.php

Rabossi, Eduardo:" La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas" (CONADEP), sus funciones y sus logros, Escenarios Alternativos , 1/1/2006http://www.escenariosalternativos.org/default.asp?nota=1229

Stivala , Enzo :"Alfonsín y los derechos humanos", La Voz ( Córdoba), 1/4/2009 http://archivo.lavoz.com.ar/09/04/01/secciones/politica/nota.asp?nota_id=503684
Cátedra Libre Gumersindo Sayago, Universidad La Plata, 30° Aniversario de la entrega del Informe NUNCA MÁS
www.gumersindocatedra.unlp.edu.ar/?p=1138

Juicio a las Juntas Militares (Causa 13/84)

El 9 de diciembre de 1985, la Cámara Federal dicta sentencia en el marco del Juicio a las Juntas Militares (Causa 13. Año 1985). La sentencia confirmaba la noción de un plan sistemático de exterminio, justificaba la fuerza probatoria de los testigos y descalificaba los argumentos de la defensa. Sin embargo, las condenas fueron menores que las pedidas por el fiscal en su alegato.

Los acusados fueron los integrantes de las tres primeras juntas militares: Jorge Rafael Videla (Comandante en Jefe del Ejército entre 1976 y 1978), Emilio Eduardo Massera (Comandante en Jefe de la Armada entre 1976 y 1978) y Orlando Ramón Agosti (Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, entre 1976 y 1978) que conformaron la primera junta militar (1976 – 1980); Roberto Eduardo Viola (Comandante en Jefe del Ejército, entre 1978 y 1979), Armando Lambruschini (Comandante en Jefe de la Armada, entre 1978 y 1981), Omar Domingo Rubens Graffigna (Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, entre 1978 y 1979), que formaron parte de la segunda junta militar (1980-1981); y Leopoldo Fortunato Galtieri (Comandante en Jefe del Ejército, entre 1979 y 1982), Jorge Isaac Anaya (Comandante en Jefe de la Armada, entre 1981 y 1982), Basilio Lami Dozo (Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, entre 1979 y 1982), que integraron la tercera (1981-1982). Los únicos que recibieron la pena de prisión perpetua fueron los integrantes de la primera Junta Militar, mientras que los de la tercera fueron absueltos

http://www.memoriaabierta.org.ar/materiales/documentos_historicos.html#causa13



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