jueves, 2 de marzo de 2017

DÍA DE LA MUJER: HOMENAJE A EUGENIA UNGER, SOBREVIVIENTE DE AUSCHWITZ " ES LA VOZ FEMENINA QUE NARRA Y NO PUEDE VIVIR SIN CONTAR, CUANDO CUENTA REVIVE LAS ESCENAS QUE NO SÓLO LE DEJARON MARCAS EN LA PIEL,SI NO , LO PEOR, LE DEJARON EL INFIERNO DE LA REPETICIÓN

Sin memoria no tenemos presente, futuro ni esperanza. A todos nosotros, los sobrevivientes, se nos acerca el tiempo de partir, unos antes, otros después. Quisiera que cada uno de ustedes sean las otras voces que, a partir de hoy, trasmitan nuestra historia, nuestro testimonio. Quisiera que ustedes sean los que repitan, a través de los mares, los ríos y las montañas, nuestro padecimiento, pide Eugenia Unger , sobreviviente de Auschwitz en su libro “Después de Auchwitz. Renacer de las cenizas” publicado en 2005.
Ese pedido se convierte en suplica al ahondar:"
Quisiera la promesa de vuestro compromiso con nuestra causa y la lucha contra la discriminación. Quisiera que elolvido no invada vuestras almas, así sabré que la memoria de vuestros seis millones de hermanos será honrada por siempre. Yo podré, recién entonces, descansar en paz".

En homenaje al Día de la Mujer, la Comunidad Dor Jadash de Murillo 653 de Capital  organiza el miércoles 8 una charla abierta con Eugenia Unger a la que califica como "modelo de  mujer".
La profesora María Cristina Alonso explica en el epílogo de "Después de Auschwitz, renacer de las cenizas": existe “una estrecha relación entre la voz femenina y la memoria” y que, por lo tanto, Eugenia Unger se convierte en “la voz femenina que narra”, pues “no puede vivir sin contar, y cuando cuenta, vuelve a revivir escena que no sólo le dejaron marcas en la piel, sino –lo que es peor- le dejaron el infierno de la repetición”.
El infierno vivido  en el ghetto de Varsovia, en los campos de Lublin, Majdanek, Auschwitz-Birkenau, Ravensbrik, Resov y Malajov, y en la “Marcha de la muerte”.
fue la humillación por los nazis. Su adolescencia. Cargó piedras y comió ratas y bichos para sobrevivir. Al fin de la guerra pesaba 27 kilos.
 "Recibíamos una sola comida diaria: un pedazo de pan duro y mohoso y una sopa de agua sucia a la que les agregaban las cáscaras de zanahoria y papas. Había que saber comer: yo comía por miguitas, así pude resistir. Los que comían de una vez la ración, se morían más rápido. El problema era quedarse dormida porque entonces alguien te robaba. Yo también vivía obsesionada por robar comida. A tal punto que pasaba ocho, diez veces por día frente a los crematorios sabiendo que también iría a parar ahí, pero no me importaba, lo único importante era conseguir algo para llevarme a la boca: bichos, ratas, lo que fuera", reiteró cada vez que tuvo la oportunidad.

Eugenia, con las  marcas a fuego ( literalmente) de la vida y a sus 90 años, enfatiza:" Yo creo que me salvé para dejar testimonio. Esa es mi fuerza y mi misión Dediqué mi vida a hacer conocer esta parte de la historia.
En sus dos libros “Después de Auschwitz. Renacer de las cenizas” y “Holocausto, lo que el viento no borró”, en viajes y charlas, relató cientos de veces su vida la pasión por fundar su familia, su anhelo de integrarse a una nueva sociedad y, lo más importante, su constante y persistente lucha por preservar la memoria de la Shoá”.
Aunque hay quienes convencerla de abandonar su misión, ella no claudica y no calla:
"  Me sale del alma: no olvidar, no olvidar"

Fuentes:

Chernizki, E." Testimoniar sobre los padecimientos del Holocausto.Después de Auchwitz. Renacer de las cenizas", Nuestra Memoria número 27 , citado en
http://www.serysociedad.com.ar/noticiagral_v2.php?idnew=64&tipo=1

Una sobreviviente de Auschwitz y su grito del alma: no olvidar

http://www.diasdehistoria.com.ar/content/una-sobreviviente-de-auschwitz-y-su-grito-del-alma-no-olvidar

Eugenia Unger, sobreviviente del gueto de Varsovia: "Ellos nos restituyeron toda la dignidad” / entrevista de Tamara Krell, La Nación, 19 de abril de 2003, citada en escritorasunidas.blogspot.com.ar/2013/05/eugenia-unger-sobreviviente-del-gueto.html


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