domingo, 9 de julio de 2017

EL 9 DE JULIO NOS DEBE LLEVAR A INTERROGARNOS Y HACER NUEVAS PREGUNTAS SOBRE ARGENTINA: PARA VER CÓMO PACIFICAMOS LOS CONFLICTOS , MIENTRAS PENSAMOS EN CÓMO HACERLA PRODUCTIVA

Repensar la Independencia fue el planteo de la historiadora Marcela Ternavasio, investigadora independiente del CONICET y de Universidad Nacional de Rosario(UNR) buscando romper con los relatos históricos tradicionales acerca del proceso independentista argentino que siempre han colocado como punto de partida lo que resultó ser su producto acabado: la conformación de una nación indivisible con identidad propia y fronteras bien delimitadas.

Marcela Ternavasio, considera que estas visiones canónicas acerca del pasado nacional están en proceso de revisión y que los historiadores ahora buscan considerar los hechos anteriores sin encuadrarlos bajo concepciones forjadas con posterioridad a su acontecimiento.

De acuerdo a la historiadora, el 9 de julio de 1816 el Congreso de la Provincias Unidas de Sud-América, al proclamar la independencia, dio origen a una nueva entidad jurídica, a la que atribuyó la soberanía que antes había recaído en el monarca español, cuyos límites e identidad distaban aun de estar claramente definidos.

-¿Qué diferencias pueden marcarse entre la ruptura histórica que implicó la formación de la Primera Junta de Gobierno el 25 de mayo de 1810 y la Declaración de la Independencia el 9 de julio de 1816? ¿Cómo se ubican estos dos hechos dentro de lo que fue la revolución de la independencia?

-El mismo concepto de ‘revolución de la independencia’, con el que todos estamos familiarizados, es problemático porque parece suponer que la independencia ya estaba inscripta de alguna manera en la revolución de 1810 cuando, en realidad, al conformarse la Primera Junta era una alternativa sin todavía demasiadas adhesiones. Lo que entonces habría que tratar de hacer es distinguir la especificidad de cada uno de estos hechos para poder reconstruir el proceso que lleva de uno al otro.

Entrevistada por La Gaceta, Ternavasio contó, por ejemplo, qué significado tiene para ella el 9 de Julio de 1816. "Lo dividiría en dos: el primero es el recuerdo; la memoria de una celebración infantil, escolar, que nos deja a todos una impronta en torno a la pregunta de qué significaba esa fecha al ser festejada y celebrada. Y hoy, aquella memoria de la celebración, se cruza con el desafío intelectual, que para un historiador dedicado al período revolucionario independiente representa preguntarse qué fue el 9 de Julio. Y este desafío intelectual, reconozco, tiene siempre una parte de una memoria colectiva, porque es interrogarse sobre una fecha icónica y que mucha veces está cristalizada con determinado sentido y lo que los historiadores en general venimos a hacer es a incomodar ese sentido común. Es eso: un gran desafío intelectual", aclara.

Para pensar estos procesos, que son muy complejos desde el punto de vista conceptual, tenemos que tratar de despojarnos de lo que nosotros entendemos hoy por una nación y específicamente lo que entendemos por Argentina, que implica la existencia de una entidad con una identidad común y fronteras bien delimitadas. Estas son concepciones que se empiezan a construir durante las décadas posteriores a la independencia. Cuando los actores de comienzos del siglo XIX están pensando en instituir una nación, lo que tienen en mente es un concepto de carácter jurídico suficientemente abstracto como para referir a una unidad que pudiera integrar diferentes cuerpos territoriales capaces de pactar su ingreso a la misma. Hay que tener en cuenta que en el acta que se firma en 1816 se hablaba de las Provincias Unidas en Sud-América, no de la Argentina y ni siquiera de las Provincias Unidas del Río de La Plata como habían hecho las diferentes experiencias de autogobierno hasta entonces. Con esto se dejaba abierta la puerta para que se sumaran a la nación independiente.provincias que aún no estaban representadas en el Congreso de Tucumán y que podían integrarse a través del libre consentimiento de las partes-

Finalmente sobre el Bicentenario celebrado en 2016 , opinó: "se abre un momento de gran incertidumbre, y puede ser muy productivo. Porque obliga necesariamente en regresar a hacer nuevas preguntas, Y creo que en ese punto, hay un desafío como sociedad y como historiadores a no quedar anclados a viejas preguntas; a preguntas que tienen respuestas de antemano y a poder hacernos nuevas preguntas para tratar de ver cómo pacificamos los conflictos y cómo mientras pacificamos los conflictos somos capaces de pensar en un colectivo que no intenta anular la incertidumbre pero que si puede hacerla productiva; creo que eso es un gran desafío.


Fuentes: 
Ternavasio, Marcela, " Repensar la Independencia", Conicet, 9 de Julio de 2016 
Ternavasio: "s abre un momento de incertidumbre y puede ser productivo", La Gaceta ( Tucumán), 20 de Junio de 1816

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