domingo, 3 de septiembre de 2017

EL PRIMER GOLPE DE ESTADO EN ARGENTINA IMPIDE LA CONSOLIDACIÓN DE UNA GENUINA TRADICIÓN DEMOCRÁTICA , CRISTALIZANDO Y AMPLIFICANDO LAS TENDENCIAS DE VIOLENCIA COMO FORMA DE RESOLUCIÓN DE LAS PROBLEMÁTICAS POLÍTICO-ECONÓMICAS

A partir del golpe del 6 de septiembre de 1930, con el golpe de Estado con el que el general Uriburu derrocó al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen, la interrupción de la vigencia de la Constitución se naturalizó y convirtió en una importante y disruptiva práctica de la cultura política argentina en la que la anomia, la ilegalidad y la excepcionalidad constituirán una experiencia histórica constante y traumática", sostiene el Prof. Miguel Angel Taroncher.
Las consecuencias no fueron menores, hasta 1983 se sucedieron golpes de Estado que fueron marcando la historia de la Argentina profundizando el autoritarismo que fue in.crescendo hasta arribar al salvajismo de las desapariciones y torturas inhumanas en 1976. Como añade Taroncher: "La tiranía de Uriburu dejó como saldo y nefasto precedente un legado que retomarían otros gobiernos militares: la violación de la constitución y los derechos humanos. Bajo el imperio de la ley marcial y el estado de sitio fueron fusilados cinco ciudadanos dos de ellos anarquistas. Se desató una inmensa campaña de persecución ideológica de militares opositores que sufrieron junto con jueces y empleados públicos exoneraciones, cesanteos y encarcelamiento sin juicio previo. Se estableció en forma sistemática la aplicación de las torturas tradicionales y la innovación que significó la picana eléctrica implementada por el psicopático jefe de la Policía, Polo Lugones, en la sección especial de la Policía Federal",
Los medios de comunicación opositores sufrieron la persecución ideológica se clausuraron diarios, entre ellos Crítica, que comenzó a denunciar las torturas estableciéndose la censura de prensa. Comisiones especiales no lograron demostrar los extendidos cargos de corrupción, desabastecimiento que la prensa, en forma despiadada, hacía recaer sobre el presidente y sus colaboradores. Acusaciones éstas que habían servido para movilizar sentimientos de desánimo e indignación en la ciudadanía.
En contraposición, otros medios generaron el caldo de cultivo para que se produzca el quiebre constitucional , la  conspiración que generó  golpe :  La Prensa, La Nación, La Razón, La Vanguardia se ensañaron con el jefe de Estado al que caracterizaron de "tirano" "totalitario" " anticonstitucional" ,"déspota", "dictador" , "inepto" y ",corrupto". El diario de extrema derecha nacionalista La Fronda, representativo del racismo y clasismo del nacionalismo aristocratizante -en el que abrevaba uno de los principales impulsores del golpe de estado, el germanófilo general retirado José Félix Uriburu- desacreditaba al radicalismo desde una matriz analítica que abrevaba en el racismo y el clasismo: "El triunfo del radicalismo en toda la República, ha tenido, como principal consecuencia, un predominio evidente de la mentalidad negroide", escribian en una clara muestra de discriminación.
La situación  social , relata el académico estaba signado por una profunda crisis política determinada por la hegemonía electoral del oficialismo que en cada nueva elección relegaba a los partidos opositores al rol de permanente oposición volcándolos hacia salidas extraconstitucionales.  Se sumaba otro elemento :La violencia política dominaba el panorama en las intervenciones oficialistas en las provincias de Cuyo y los grupos nacionalistas y radicales yrigoyenistas de choque callejero tenían el espacio público como escenario de sus disputas. 
Colaboraba al desprestigio la deteriorada salud del anciano presidente  que impulsó una sorda lucha faccional por la sucesión en el seno del partido y el gabinete nacional, paralizando muchas iniciativas y dinámicas administrativas.
Fue también un  elemento gravitante en el consenso para clausurar la experiencia radical, el cumplimiento de una plataforma que, en una Argentina liberal, propugnaba una mayor intervención del Estado en las relaciones sociales a través de la extensión del régimen de jubilaciones y en la economía a través de la nacionalización del petróleo, la integración económica de las regiones interiores mediante el ferrocarril y la provincialización de los territorios nacionales, una redefinición de las relaciones económicas con gran Bretaña y un pacto de colaboración con la URSS para recibir material petrolero y equipamiento ferroviario.
Finalmente, El 6 de septiembre en horas de la mañana, con escaso apoyo militar, el general, Uriburu y numerosos políticos sólo lograron sublevar a un grupo de cadetes del Colegio Militar y la Escuela de Aviación cuyos aeroplanos sobrevolaron la ciudad. La tradición profesionalista del Ejercito estuvo a punto de hacer fracasar la asonada, muchos de los civiles, entre ellos diputados conservadores y socialistas independientes, cuya tarea fue la de impulsar la sublevación de los cuarteles fueron detenidos, o expulsados de las instalaciones militares. La más poderosa, Campo de Mayo, no se adhirió y en la gran mayoría de guarniciones los comandantes evitaron que sus subordinados se sumasen al movimiento.
Fue la masiva participación popular la que decidió la suerte del golpe, caravanas de autos acompañaron al general Uriburu a medida que los insurrectos se acercaban a Plaza de Mayo. Las filas de ciudadanos aumentaban formando una multitud que, momentáneamente, brindaba un marco popular al proyecto elitista. Militantes radicales armados apostados en la esquina del Congreso, en la confitería El Molino, lograron, momentáneamente, detener su irreversible avance. En la Casa Rosada el vicepresidente Enrique Martínez, en quien Yrigoyen había delegado el mando días atrás por razones de salud, capitula ante los golpistas. Antes de que parte de la multitud tome por asalto la casa de Yrigoyen, éste es trasladado al Regimiento VII de La Plata, ante cuyo comandante presenta su renuncia institucional. El ciclo de la República liberal concluía en medio del fragor de armas y el crepitar de los austeras pertenencias del ya ex presidente.
De cualquier manera, el accionar injustificado de Uriburu y la deposición de Irigoyen, se pueden resumir en las nefastas consecuencias que marcarian el rumbo del pais, retomando el análisis de Toroncher " la interrupción de la vigencia de la Constitución se naturalizó y convirtió en una importante y disruptiva práctica de la cultura política argentina en la que la anomia, la ilegalidad y la excepcionalidad constituirán una experiencia histórica constante y traumática.
Asimismo el primer golpe de estado de la Argentina contemporánea impide la consolidación de una genuina tradición democrática cristalizando y amplificando las tendencias de violencia como forma de resolución de las problemáticas políticas, económicas.

Fuente: Toroncher, Miguel A. "El derrocamiento de Yrigoyen: el comienzo del autoritarismo institucional", La Capital, Mar del Plata , 6 de Septiembre de 2015. http://www.lacapitalmdp.com/noticias/La-Ciudad/2015/09/06/287487.htm

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